El mundial llega a su etapa final, poco a poco, para asombro y desilusión de muchos (bue… al menos mía), vimos irse a los latinoamericanos, al mismo tiempo otros equipos han dado cátedra de organización y de efectividad, y claro, en algún momento se le debe hacer honor a la justicia, un juego en equipo, debe premiar la capacidad del grupo sobre las individualidades.
Es así como los Messis, Critianos Ronaldos y demás figuras de las que esperaba todo quedaron en el camino, fue evidente que cuando la exigencia subió sus equipos se quedaron cortos, pero para ser sincera, tampoco dieron jugadas de fantasía, de las que pasan una y otra vez en los resúmenes deportivos porque sólo los grandes jugadores las pueden lograr.
Para alguien como yo, que disfruta el fútbol por estas jugadas más que por los 90 minutos en que rueda la bola entre intervenciones normales de los jugadores, este mundial ha sido desilusionante.
Después de escribir “La física de los tiros libres” y revivir la jugada de Roberto Carlos en el partido Brasil-Francia decidí que merecía un artículo especial, yo sé que sucedió hace más de 10 años, pero aún pasado este tiempo sigue siendo sorprendente y yo sigo esperando que en un mundial podamos ver una jugada que nos hechice así.
Para el análisis físico del gol me permito hacer una traducción libre del artículo “The physics of football” (para complementarlo pueden leer la anterior publicación “La física de los tiros libres”):
Partido Brasil versus Francia, 3 de junio de 1997, minuto 21 del encuentro. Estaban empatados 0-0 cuando se pita un tiro libre a favor de Brasil, podría ser extraña la decisión de quien lo cobraría, Roberto Carlos, primero porque era un defensa, no es lo usual, segundo porque además es uno de los jugares mas pequeños del equipo, no llega al 1.70 m, tenía que rebasar una barrera de altos franceses y vencer al portero Fabien Barthez que en aquel momento estaba en la lista de los mejores.
El tiro debía hacerse a unos 23 m del marco, Roberto Carlos toma impulso, corre y golpea la bola con la parte externa del pie izquierdo, de manera que la impulsa hacia el lado derecho (desde el punto de vista de Roberto Carlos) ¡¡con una velocidad de casi 100km/h!! y además la hizo rotar en dirección opuesta a las manecillas del reloj. Las condiciones climáticas del día juegan un papel importante, entre más húmedo el día menos rotación se le imprime a la bola al patearla. El 3 de junio de 1997 fue un día seco, así que la patada de Roberto Carlos hizo girar la bola aproximadamente 10 veces por segundo.
La barrera defensiva que no hace más que verla pasar de lado, no muy preocupados por cierto, y si ven el video en detalle notan que en el fondo hay un recoge bolas que hace el amago de protegerse, porque cree que la bola va en su dirección. Pero ahí no se acabó todo.
El fuertísimo zurdazo que le dio Roberto Carlos a la bola y el repentino avance de esta hizo que el aire a su alrededor se desordenara, en jerga física diríamos que la bola avanza en un fluido turbulento (porque para los físicos los fluidos son líquidos o gases indistintamente), el fluido turbulento le ofrece poca resistencia de avance a la bola, por lo que en realidad la defensa francesa apenas y la vio pasar, pero conforme la bola avanzaba en el aire, aun con la poca resistencia que le opone el aire, se va frenando y recién pasada la barrera de los franceses (a unos 10 m del marco) la velocidad de bola baja tanto que ya no genera desorden en el aire, viaja en un régimen laminar que opone más resistencia al movimiento de la bola y que permite a la fuerza de Magnus (fuerza lateral debida a la rotación de la bola) tener un efecto mayor.
Así conforme la bola se va frenando su trayectoria se va curvando hacia la izquierda cada vez más dejando a Fabien Barthez con cara de asombro y sin posibilidad alguna de reacción…. No sé, se me ocurre, si les dieran unas clasecitas de física tal vez hubieran podido anticipar la reacción de la bola y tirarse a bloquearla, por lo menos para la foto.
:-p
Si quieren intentar hacer un tiro como este deben tomar en cuenta:
- La humedad del día, es una variable imposible de controlar, pero entonces hay que saber como manejarla, el movimiento de la bola en el aire está asociada a la viscosidad del aire, que a su vez depende de la humedad presente en él, para un mismo golpe una bola rotará más en día seco que en uno húmedo, en resumen, aquí en el trópico hay que darle un patadón a la bola para lograr que su trayectoria se curve bastante ya que el valor de la fuerza de Magnus, a la que se debe la trayectoria curva de la bola, dependerá de la humedad relativa que exista en el ambiente.
- La patada, aunque debe ser fuerte tiene que tener técnica, debe ser con la parte lateral del pie para que además de impulsar la bola la haga rotar lo más posible, para esto es importante también que tanto la bola como el taco de fútbol estén bien secos, para transferir la máxima rotación con el golpe del pie.
- La bola debe ser golpeada en su mitad inferior para que logre levantarse suficiente desde el suelo
- La fuerza de la patada inicial que determina la velocidad inicial de la bola es fundamental, debe estar calculada para que la curva máxima de la bola (el instante en que se da la transición de fluido turbulento a laminar) se de en el momento justo, si es muy pronto el portero podrá adivinar su dirección y bloquearla y si se tarda mucho caerá detrás del marco y no habrá gol. (Está claro que para igualar la velocidad del 100 km/h de Roberto Carlos se requiere además mucho ejercicio de piernas)
Jugadores como Beckham o Roberto Carlos ensayan hasta el cansancio estos tiros libres para poder considerar todas estas cosas y en un tiempo muy corto decidir cual es la manera correcta de anotar el gol que pone en ventaja a su equipo y los pone en la memoria de todos.
Anímense y practiquen también ¡Espero que nos cuenten como van sus tiros libres ahora que conocen sus secretos!