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lunes, 11 de agosto de 2014

¿Qué es el sonido?



No sé si los niños de hoy aún lo hacen. Si no… ¡de lo que se pierden! El teléfono de cordel y vasos plásticos fue una de esas tareas escolares que me marcó (sí, nada como tener un alma sencilla). Podría pensarse que mi naturaleza de niña nerd me hacía especialmente proclive a ese tipo de proyectos que a pocos interesan pero, ojalá que la memoria no me engañe, recuerdo que fue una de esas tareas que logró enganchar al grupo entero.

Lo que no logro recordar es que me dijeran la razón por la que funcionaba. ¿Cómo podía un susurro llegar de forma clara al otro lado? No estoy diciendo que la maestra no lo explicara (no vaya a decir la Niña Flory que le levanto falsos), es más, es muy posible que lo hiciera y que nosotros estuviéramos muy ocupados diciendo secretos por nuestros nuevos teléfonos. Para entender el funcionamiento de estos telefonitos de pasamanería vale la pena entender primero qué es el sonido.

El sonido es una vibración, una onda, para ser más exacta se le clasifica como una onda mecánica. Su principal característica es que necesita de un medio material para propagarse. ¿Qué quiero decir? Por ejemplo en el espacio exterior en que, para efectos prácticos no hay materia, no se escucha sonido alguno. Ya sé que con eso arruino buena parte de las películas con batallas intergalácticas, así que solo por emoción dela Guerra de las Galaxias, de Viaje a las Estrellas y hasta de Futurama les permitiremos ruidosas explosiones, pero rigurosamente sin materia para propagarse no hay sonido.

Nuestra vida se desarrolla en la superficie de la tierra donde tenemos atmósfera, así que para nosotros el medio más usual de propagación del sonido es el aire. Si de alguna manera yo lo perturbo (con una palmada, con la cuerda de una guitarra o con mi voz, por poner algunos ejemplos) se genera una vibración en las moléculas que lo forman. Esta vibración es básicamente una compresión de las moléculas del aire que se va propagando hasta llegar al oído. Para imaginarlo (sé que es difícil imaginar aire comprimiéndose siendo él tan transparente) podemos visualizarlo como la compresión de un resorte.

(a)                                                                                















  (b)                                                                               
Figura 1.Este tipo de vibración se llama onda mecánica longitudinal, el movimiento de las moléculas en el medio tiene la misma dirección que la de propagación de la onda.
(a) El caso del resorte. (b) El sonido propagándose en el aire.
En general (no solo para las ondas de sonido) al propagar una perturbación no se traslada la materia, las moléculas del medio únicamente vibran con respecto a su punto de equilibrio al que vuelven finalmente. Las ondas permiten llevar energía de un punto a otro sin trasladar materia.

El oído es el órgano que se encarga de decodificar la onda sonora que se propaga por el aire, para eso tiene partes específicas que la captan y vibran con ella. Esta vibración se transmite al cerebro por medio de impulsos nerviosos. Es decir, la audición se da en el oído pero los sonidos se crean en el cerebro. Es claro que estoy simplificando infinitamente el proceso de audición, creo que es necesario dedicarle un artículo en una próxima columna.

El sonido se mueve en el aire a una velocidad un poco mayor a los 340 m/s (1220 km/h). Pero el aire no es el único medio en que puede viajar el sonido. También lo hace, como algunos han podido notarlo, en el agua e inclusive en materiales sólidos, el mecanismo de propagación es el mismo, hacer vibrar las moléculas que forman el medio.

Así, finalmente, podemos explicar cómo funcionaba nuestro teléfono de vaso plástico y cordel: al hablar, con nuestras cuerdas vocales generamos ondas sonoras en el aire que hacen vibrar el vasito plástico que se acerca a la boca. Es fundamental que el cordel esté bien tenso (sabemos que si no el teléfono no funciona), solo así la vibración del vaso pasará por el cordel hasta llegar al vaso del otro extremo que, a su vez, hará vibrar el aire dentro de él, el receptor tiene su oído cerca por lo que escuchará, de forma inconfundible, la voz de la otra persona como si hablara justo a su lado.

Es impresionante como un juguete tan simple puede hacernos entender físicamente qué es el sonido. No debemos olvidar que en lo sencillo está la respuesta a mucho de lo que nos preguntamos, no en vano decía mi querida Libertad: “¡A ver! ¡Sé simple!”

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